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8 de enero de 2015

Maruxa de Amadeo Vives




Comienzo este año 2015 con una zarzuela de Amadeo Vives (Barcelona, 1871 - 1932): Maruxa, estrenada en 1914.




Enlazo cuatro vídeos con una versión magnífica: la de Ataulfo Argenta y la Orquesta de Cámara de Madrid:





3 de mayo de 2012

José Serrano: La Dolorosa




Traigo este mes a mi blog una zarzuela de José Serrano: La Dolorosa.




José Calixto Serrano Simeón (Sueca, Valencia (España); 14 de octubre de 1873 – † Madrid (Id.); 8 de marzo de 1941). Compositor español, conocido por sus más de cincuenta zarzuelas.

 Autor, entre otras, de las famosas zarzuelas La reina mora, La canción del olvido, La dolorosa y Los claveles. Se le considera el heredero musical de Federico Chueca. Las obras de Serrano, tienden hacia un teatro popular, simple pero cargado de emoción dramática. La influencia de Giacomo Puccini y el verismo italiano es evidente en muchas de sus obras. Compuso el himno de la Exposición Regional Valenciana de 1909, que ha sido adoptado oficialmente como Himno de la Comunidad Valenciana.

 La Dolorosa es una zarzuela en dos actos. Fue estrenada en Valencia, en el Teatro Apolo, el 23 de mayo de 1930, con texto de Juan José Lorente. Esta obra refleja cuadros típicos y costumbres aragonesas. Antes de componerla, Serrano tuvo que sufrir la tragedia de perder un hijo y la obra deja entrever, en algunos momentos, la grandeza que cimenta el dolor.

He encontrado un youtube con 43 vídeos de los más famosos fragmentos de la obra:


Enlace

4 de mayo de 2009

El barberillo de Lavapiés - Barbieri







Vuelvo a la zarzuela. Primero fue "La tabernera del puerto", después "Doña Francisquita", "La verbena de la Paloma"... Ahora "El barberillo de Lavapiés". de Asenjo Barbieri.

Francisco Asenjo Barbieri (Madrid, 3 de agosto de 1823 - † 17 de febrero de 1894), fue un compositor y musicólogo español, autor principalmente de zarzuelas.
Considerado como el padre de la zarzuela y precursor del idioma musical español. Barbieri es honrado como el creador de un teatro musical auténticamente español.
Barbieri compuso unas 60 zarzuelas y entre ellas destacan algunas obras plenas de ingenio y espíritu popular, como Jugar con Fuego (1851), Los diamantes de la corona (1854), Pan y Toros (1864) y El barberillo de Lavapiés (1874).
Francisco Asenjo Barbieri figura en la Lista de los autores encargados de la redacción del "Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano de Literatura, Ciencias y Artes" publicado por Montaner y Simón en Barcelona, entre 1887 y 1899 por "Instrumentos de música populares en España".

El barberillo de Lavapiés, es una zarzuela española muy emblemática. Fue compuesta por Francisco Asenjo Barbieri, sobre un libreto en tres actos de Luis Mariano de Larra, hijo del famoso Fígaro. Se estrenó en el Teatro de la Zarzuela el 19 de diciembre de 1874, consiguiendo gran éxito de crítica y público.

Aunque desconocemos la decisión que llevó a Barbieri a ponerse en contacto con Larra y solicitarle un libreto en tres actos, la correspondencia mantenida entre ambos durante el verano del mismo año del estreno contiene datos interesantes sobre el proceso creador de la obra, revelando los esfuerzos llevados a cabo por los autores para evitar el parecido entre esta nueva zarzuela y Pan y toros.
La zarzuela corresponde a un argumento pseudohistórico de intrigas políticas. Este tipo de trama argumental entronca con la tradición inmediatamente anterior de "zarzuela grande" a la que pertenecen otras obras del compositor como Jugar con fuego, Los diamantes de la corona o la ya citada Pan y toros, pero a la vez inaugura un nuevo tipo de obra lírica que servirá de modelo a generaciones posteriores. La obra parodia tanto en su título como en ciertos giros textuales a la más famosa ópera bufa italiana, Il barbiere di Siviglia de Rossini; sin embargo lleva a cabo una importante descontextualización del modelo que obliga al espectador a perder de vista la referencia original: si Beaumarchais había situado al fígaro del siglo XVIII en la pintoresca Sevilla, Larra decidió que el barberillo del siglo XIX se incorporara a una turbulenta vida urbana: la que se desarrolla en el Madrid de Carlos III, situando la acción en el antiguo barrio de Lavapiés, lugar donde el populacho se concentraba de forma especial.
Así, aunque el argumento se aleja temporalmente del espectador, referencias concretas, como la calle de la Paloma, la calle de Toledo, la Plaza de Herradores, la iglesia de San Lorenzo, la calle del Avemaría, la calle de la Fe... lo convierten en realidad potencial. Desde este punto de vista, la obra corresponde al modelo de cuadro de costumbres del Madrid castizo, reflejando mejor que ninguna otra de su autor el alma de Madrid, un Madrid distanciado temporalmente del estreno de la obra, pero que es evocado de forma inconfundible como genius loci. El barberillo de Lavapiés utiliza, como ya es propio del género, dos mundos sociales paralelos: el castizo de la pareja de "antihéroes" formada por Lamparilla (el barberillo) y Paloma, y el aristocrático, representado en este caso por la Marquesita Estrella y Don Luis de Haro; pero a diferencia del resto de las zarzuelas grandes anteriores, la pareja cómica se convierte aquí en protagonista de la historia, provocando así la necesidad de contrastar lo bufo con lo serio. Este hecho origina que la trama argumental, desde su planteamiento hasta su desenlace, sea una necesidad impuesta, un mero pretexto para el desarrollo de la obra.
(de wikipedia)

ARGUMENTO

La acción se desarrolla en 1766, en la época del reinado de Carlos III, en la corte, alrededores de el Pardo y en el popular barrio de Lavapiés de Madrid.

La trama del Barberillo se sitúa inicialmente en los alrededores de El Pardo el día de la romería de San Eugenio. En este lugar, zona de romerías populares e intrigas de la nobleza, estudiantes, majos, majas y vendedores crean un ambiente bullicioso, propicio de tan señalada romería. El bullicio queda se ve cortado de vez en cuando por la presencia de los guardias que pasean para evitar alteraciones del orden y controlar al pueblo.

La llegada de el barberillo Lamparilla, que es recibido con alborozo por los presentes. El joven, rebosante de vitalidad, empieza por contar sus aventuras, y se da a conocer como el barbero más popular de Madrid. Acabada la presentación, todos corren a ofrecer a Lamparilla algo de lo traído para la merienda, mientras él va soltando comentarios jocosos sobre cada vianda.

Lamparilla aprovecha la ocasión para lanzar los primeros ataques a la situación política, tan inestable, que ha provocado la actitud de Grimaldi y la decisión de Sabatini de crear el cuerpo de serenos e iluminar la ciudad con farolas. Estudiantes y majos alternan en las críticas y elogios a dichos personajes, mientras el barbero, con sorna, insinúa lo difícil que resulta gobernar una España en la que cada cual es digno de ser ministro.

El diálogo político se ve truncado por la llegada de los guardias, que imponen silencio, que pronto se convierte en alegría con la llegada de Paloma, joven costurera de origen humilde, pero honrado. Lamparilla y la joven se enzarzan entonces en un galanteo en que el joven confiesa sus desvelos amorosos por ella, mientras ésta, tiernamente, se hace la huidiza.

También aparecen la marquesa Estrella y Don Juan de Peralta, nobles conspiradores. Que se acercan al lugar en un intento de penetrar disimuladamente en una casa cercana. Cuando están a punto de conseguirlo se presenta Don Luis de Haro, prometido formal de la marquesa y adalid del ministro Grimaldi, quien sorprendido de ver a Estrella en compañía de un desconocido pretende saber los motivos de tal actitud. La marquesa alude a los méritos del amor que los une para que la deje marchar con su acompañante sin indagar los motivos, pero Don Luis no cede y ante el nerviosismo de la situación la marquesa y Don Juan se separan. Como caídos del cielo llegan precisamente entonces los majos y majas retozando e interrumpiendo tan tensa situación.

La marquesa descubre entre los presentes a Paloma y viendo en ello la solución a su problema, le pide que la disimule entre la gente; aquélla entonces la presenta a Lamparilla como a una amiga, aunque éste recela por el aspecto señorial de la joven. Quedan solos Don Luis y Don Juan y establecen un duelo verbal sobre la presencia de la marquesa por aquellos contornos. Finalmente, Don Juan consigue zafarse y penetrar en la casa.

Mientras tanto, Paloma explica con vaguedades la situación de la marquesa y pide a Lamparilla que la acompañe a su casa. El barbero no acaba de entender la situación, pero accede por amor a Paloma. Antes de irse, la marquesa se acerca a Don Luis y le ruega tenga confianza en su amor y crea ciegamente en sus palabras. Pero al hacer ademán de salir Don Luis se interpone. Lamparilla y el noble se enzarzan entonces en una discusión gallarda y el barbero aprovecha la ocasión para echar a correr con la dama.

Solo y apesadumbrado, Don Luis se topa entonces con Pedro, militar a su servicio, quien le comunica las últimas intrigas palaciegas para desbancar a su tío Grimaldi. Don Luis deduce entonces que la intriga que se está tramando en la casa tiene relación con lo que le han explicado y pide a Pedro que vaya en busca de sillas de manos para sacar de la casa a los conspiradores sin que sean vistos por el pueblo. Lamparilla y la marquesa están en el interior de la mansión y descubren los pasos de los soldados. La algarabía organizada por los estudiantes y majos sirve para desorientar a los guardias que se abalanzan sobre la puerta de la casa para capturar a los que están conspirando, pero sólo consiguen hacerse con un detenido, que sacando la cabeza por entre las cortinas descubre su identidad, el barbero Lamparilla.

En la plazuela de Lavapiés, en la barbería de Lamparilla, los parroquianos se quejan del triste fin a que están condenadas sus barbas por la ausencia de Lamparilla, puesto que los mozos del barbero hacen verdaderas atrocidades por su inexperiencia. La tristeza se convierte pronto en alegría con la llegada del barbero que liberado del calabozo vuelve a su quehacer cotidiano. A requerimiento de los presentes explica su aventura. Los parroquianos le trasladan entonces sus quejas y muestran sus mejillas malamente rasuradas por sus mozos, y Lamparilla para salir del paso, inventa una supuesta destrucción de farolas que motivaron su detención y todos se van.

Paloma y la marquesa comentan entonces el motivo de la puesta en Libertad del barberillo, el soborno, y de nuevo la joven noble pide a Paloma que interceda para obtener la colaboración de Lamparilla; como aliciente le ofrece apadrinar la boda de ambos. Paloma se niega a aceptar dádivas, puesto que su agradecimiento hacia la marquesa reside en algo más entrañable, el interés que se tomó por su madre cuando ésta estaba en trance de morir. La marquesa se las promete muy felices con la nueva intriga que, de finalizar bien, servirá para conceder plenos poderes políticos a Floridablanca. Para disipar los temores de Paloma explica que se trata de forzar una entrevista entre el conde y el rey a fin de que el monarca pueda conocer los proyectos del candidato a primer ministro y consiga así burlar el cerco férreo a que ha sido sometido por las huestes de Grimaldi.

Le pide entonces a la joven que encargue a Lamparilla el soborno de unos cuantos alborotadores para que rompan farolas y así atraer sobre ellos la atención de los guardias y la conspiración pueda seguir adelante. Cuando la trama ha quedado urdida, se presenta Don Luis en busca de su amada. Se suceden explicaciones y tiernas palabras para olvidar las iras y celos del día de la romería. La marquesa, para evitar que la intromisión de su amado pueda entorpecer sus proyectos, le impone la condición de no volverla a ver en cuatro días. Don Luis, aun sin saber el motivo, accede a sus demandas a pesar de seguir sospechando que algo raro se trae Estrella entre manos.

Después de haber cumplido parte de sus obligaciones, Paloma llega ante la barbería de Lamparilla, ambos enamorados, alborozados por el encuentro, se explican los últimos acontecimientos que han protagonizado y poco a poco van acercando sus corazones. Paloma explica entonces a Lamparilla la segunda parte de los planes que le conciernen.

Mientras tanto, Don Luis y Pedro vigilan la casa de la marquesa, en la que se está tramando la conspiración. Un aviso les ha puesto sobre la pista y esperan el momento oportuno para asaltarla y hacerse con los conspiradores. Don Luis intercede por su amada, pero en las intenciones del militar está capturarlos a todos. De pronto, éstos se percatan de la presencia de los guardias y Lamparilla entona entonces una copla para distraer su atención, pero Pedro y los soldados se disponen a entrar en casa de la marquesa. Las palabras de súplica de Don Luis no impiden que a la voz del capitán los soldados penetren en la casa con la orden de detener a toda persona que hallen en su interior. Pero mientras sucedía esto, los conjurados han tenido tiempo de hacer un agujero en un tabique de la casa de la marquesa que colinda con la de Paloma, y a través de ésta huir por los tejados, amparados por la rotura de farolas que ha dejado a oscuras el barrio de Lavapiés.

Pasados unos días, en el taller de costura de Paloma, las costureras a su servicio, la preguntan los motivos de que no trabaje ya para la gente principal como venía haciendo y de su retiro de tantos días encerrada en su habitación. Ella no quiere soltar prenda y disimula como puede su intención de hacer huir a la marquesita y a Don Luis, disfrazados de majos, puesto que la conspiración no llegó a buen puerto.

Llega entonces Lamparilla y le cuenta los últimos preparativos de la partida. La marquesa se presenta vestida de maja y Paloma lo aprovecha para darle algunas instrucciones para tener tal porte y detalles para que al hablar no descubra su condición. Llega Don Luis y todos se disponen a salir hacia el campo. Es el momento de las confesiones y la pareja de nobles se da mutuas explicaciones de amor, mientras Lamparilla maldice la política que tantos males ha traído al país.

Cuando vestidos de majos están dispuestos a salir a la calle, se oyen rumores de pasos y, asustados ante la situación, deciden huir por el tejado como otras veces. Al llegar los guardias a la habitación no encuentran a nadie. Pero el gozo de las costureras al ver a los guardias burlados dura poco, ya que Don Luis, Paloma y la marquesa han sido detenidos, sin embargo, Lamparilla se presenta triunfante para comunicar a Don Pedro y sus soldados que ha habido cambios en palacio y Floridablanca ha obtenido la confianza del rey. Todos manifiestan su alborozo. Don Luis debe partir para el destierro y la marquesa, fiel a sus promesas, decide seguir a su amado, mientras Paloma y Lamparilla se juran eterno amor.

He escogido un youtube con dos versiones de la obra:

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24 de febrero de 2008

Doña Francisquita





Después de las zarzuelas "La tabernera del puerto"y "La verbena de la Paloma", "Doña Francisquita", de Amadeo Vives.

A continuación coloco unos estupendos comentarios debidos a Diego Emilio Fernández Álvarez

El compositor

Amadeo Vives nació en Collbató (Barcelona) el 18 de noviembre de 1871 y murió en Madrid el 2 de diciembre de 1932. De niño estuvo internado en el Asilo de San Juan de Dios de Barcelona que le generó pésimos recuerdos pero que le dio la posibilidad de su primer contacto serio con la música en 1886: la Dirección de la Banda del Asilo de la misma orden en Málaga (donde un hermano suyo era sacerdote). Luego vuelve a Barcelona, pasando por una etapa en Toledo y componiendo en 1886 una sinfonía. En 1891 funda con Luis Millet el Orfeo Catalá y estrena diversas composiciones, destacando en 1894 L'Emigrant, en esos tiempos tuvo determinada relación personal y musical con el catalanismo. En 1897 marcha a Madrid compaginando su actividad principal de compositor de zarzuelas (salvo su ópera Arthus de 1897 y las Canciones Epigramáticas de 1915), con la de empresario de los Teatros de la Zarzuela, Cómico y Eslava, aventuras que algunas veces le depararon desastres económicos que no le conturbaron el ánimo. Resultando imposible relacionar sus obras, me limito a detallar las más significativas,: DON LUCAS DEL CIGARRAL (1899), LA BALADA DE LA LUZ (1900), BOHEMIOS y EL HUSAR DE LA GUARDIA (1904), LA GATITA BLANCA (1905), JUEGOS MALABARES (1910), LA GENERALA (1912), MARUXA (1914) DOÑA FRANCISQUITA (1923), LA VILLANA (1927) y LOS FLAMENCOS (1928), algunas de ellas en colaboración con Gerónimo Giménez, al que precisamente Vives bautizó con el apelativo de “el músico del garbo”. Estamos ante uno de los compositores más grandes de la zarzuela de todos los tiempos, con una formación intelectual y musical de primerísimo nivel, y que a los efectos “zarzueleros” que interesa a los aficionados constituye además una personalidad con criterios tan importantes que merecen un análisis más completo de sus opiniones, que dejo para otra ocasión.

La obra

Doña Francisquita, se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid el 17 de octubre de 1923, interpretando los principales papeles Mary Isaura en Francisquita , Cora Raga en Aurora “La Beltrana”, Felisa Lázaro en Doña Francisca, Juan de Casenave en Fernando, Antonio Palacios en Cardona y Ricardo Güell en Don Matías. Esta denominada comedia lírica en tres actos está basada en “La discreta enamorada” de Lope de Vega que a su vez se inspiró en un cuento del Decamerón, la narración tercera de la jornada tercera, en que Pampinea fue el “precedente” de Francisquita, el fraile el de Don Matías y el caballero el de Fernando. La acción se retrasa dos siglos respecto a la contemplada por Lope, con lo que, además, queda salpicada del madrileñismo cantado por Galdós y por Mesonero Romanos. En la gestación de la obra tal y como hoy la conocemos abundan los sucedidos, empezando por la forma de componer de Vives que se anticipaba al libreto mediante lo que llamaban “el monstruo” que venía a ser una especie de “andamio” literario sobre el que el compositor escribía su música, andamio que luego era sustituido por el libretista, pues bien los primeros versos de la canción de la juventud (Canto alegre de la juventud que eres alma del viejo Madrid) formaban parte del “monstruo” pero con tan buen acierto que fueron respetados en el libreto definitivo. También se admite generalmente que el maestro recurrió al archivo municipal de Madrid para estudiar tonadillas que utilizó en su obra, siendo por ello acusado de plagio, sin más base que la ignorancia y la envidia. No faltó la peripecia física en forma de accidente que sufrió el maestro días antes del estreno y que obligó a que la instrumentación de algunos números la terminasen otros compositores, entre ellos Conrado del Campo, Turina y Pablo Luna quien se encargó nada menos que del “coro de románticos” impregnándolo quizás de lo que Vives denominó “música rubia” a la realizada por el aragonés. Queda por decir que antes de escoger el título se barajaron otros como Doña Manolita, Felipa y Felipita, Doña Mariquita….. Por último es preciso comentar que después del estreno, Vives suprimió un dúo de Francisquita y Francisca y por contra el dúo de Francisquita y Fernando “Le van a oír no sea usted imprudente” no figuró en la partitura hasta el estreno en Barcelona. El éxito fue apoteósico, inaudito, portentoso, repitiéndose muchos números, y Sol Burguete se hace eco de que el entusiasmado público llegaba a corear que “en España, sólo Vives y Belmonte”. Estadísticamente se cuenta de que en 20 años la obra se representó 5.210 veces, de las cuales 682 en Madrid y ¡896! en Barcelona. Este éxito no ha dejado de acompañarla en los 83 años de vida que ya tiene, aunque el veredicto del público y de la crítica convirtió en principal el papel pensado como secundario de Aurora la Beltrana en detrimento del de Francisquita, hasta tal punto que algunos de los autores consultados citan un artículo de Emilio Carrere en 1943 según el cual Vives pensó en suprimir el dúo de Aurora y Fernando para no restar protagonismo a Mary Isaura, por la especial relación que, al parecer, le unía a ella, conformándose al final con pedir a Cora Raga no repitiese el número pues “él había escrito un dúo y no un cuple”. En la senda de triunfos que esta obra ha proporcionado, además de Cora Raga, han destacado Emilio Vendrell: el mejor Fernando hasta 1956 en que comenzó la era Alfredo Kraus.

Sinopsis

Literariamente el argumento presenta la historia del amor de Francisquita por Fernando que ni lo nota, absorbido como está por una cómica: Aurora la Beltrana, que no le corresponde. Francisquita cortejada por el padre de Fernando se deja querer y lo alerta contra su hijo, logrando, de esta manera, interesarle. En realidad leyendo la canción del ruiseñor nos enteramos de todo, pues “la rosa que languidece de casto amor” es Francisquita, “el ruiseñor” es Fernando, “el zángano zumbador” es Don Matías y “la otra flor” es Aurora. Esta trama principal se desarrolla en un ambiente castizo que capta sensacionalmente el espíritu del pueblo de Madrid tal como lo entendió Vives cuya pretensión con esta obra fue “hacer una Verbena de la Paloma en tres actos”.

Indice de escenas

Musicalmente la obra se articula en tres actos y en los siguientes números:

Acto I: 1. Introducción y escena, “El lañador” que sirve para presentar a los principales personajes. 2. Trío, “Peno por un hombre, madre, que no me quiere”, en realidad un dúo de Francisquita y Fernando con intervención también de Cardona. 3. Cuarteto “De que te finges valiente”, casi un terceto entre Aurora, Fernando y Cardona. 4. Escena “Cuando un hombre se quiere casar”. 5. Canción de la juventud, con intervención primero de Cardona “Amigos oídme”, luego de Fernando, de gran dificultad y espectacularidad, “Gozad la primavera de vuestra vida” y finalmente de ellos y el coro “Canto alegre de la juventud”. 6. Trío que contiene la “Canción del Ruiseñor” piedra de toque para sopranos, con pasajes de coloratura. 7. Escena de carnaval que contiene los castizos sones de “Me ha dicho mi marido que no me vista” o “No vayas con careta porque repara” y el famoso “Soy madrileña” de la Beltrana.

Acto II: 8. Cofradía de la bulla, que comienza en ritmo de fandango “No sabes niño del alma” y sigue con un pasacalle “Alza Pilili”. 9. Dúo de Francisquita y Fernando “Le van o oír no sea usted imprudente”, apasionado. 10. Romanza de Fernando “Por el humo se sabe donde está el fuego”, cantado por la mayoría de los grandes tenores españoles. 11. Dúo de Aurora y Fernando, “Escúchame” con influencias aflamencadas, que llega a su climax con “Escucha mi bien” y su respuesta “Me gustas mujer”. 12. Escena “Fui demasiado vehemente” y concertante, que, en la parte de Fernando, dice “Ay Madrid del alma”. 13. Escena “Los que quieran patatas y vino añejo”.

Acto III: 14. Coro de románticos “donde va la alegría”, forma parte de la cúspide musical de esta obra y, a mi entender, de todo el género de la Zarzuela . 15. Escena que comienza con aire de seguidilla “Aurorilla la Beltrana ¿no quiere cantar?”, sigue con un bolero o canción del Marabú “A un jilguero esperaba mi jaula de oro” y termina con un fandango instrumental. 16. Dúo algo acaramelado de Francisquita y Fernando contentando al padre de éste y 17. Repetición del coro “Canto alegre da la juventud”.

He escogido una amplia selección de números musicales de la obra:

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30 de octubre de 2007

La verbena de la Paloma










Cambio de música y me paso a la zarzuela. Y lo hago con una de las más populares y conocidas zarzuelas españolas: "La verbena de la Paloma", de Tomás Bretón. Para mi, junto con "Doña Francisquita" de Amadeo Vives y "La tabernera del puerto" de Pablo Sorozábal, forma el triunvirato de zarzuelas más querido.

La verbena de la Paloma es una zarzuela con libreto de Ricardo de la Vega y música compuesta por Tomás Bretón. Se estrenó el 17 de febrero de 1894 en el Teatro Apolo de Madrid. Lleva el subtítulo de El boticario y las chulapas y celos mal reprimidos.
Su título hace referencia a las fiestas madrileñas de agosto, concretamente el día 15, cuando se celebra la procesión de la Virgen de la Paloma.
Se estructura en un solo acto, dividido en tres cuadros, como es habitual en las zarzuelas del Género chico: suelen tener un acto y son de corta duración. Cada cuadro tiene decorado y escenificación diferentes. En la obra aparecen personajes tan entrañables y recordados como las chulapas, el sereno, los guardias, el boticario, el tabernero, etc., además de otros tan castizos como Don Hilarión y su amigo Don Sebastián, la tía Antonia... Todos estos personajes son muy característicos del viejo Madrid del siglo XIX.

El libreto escrito por Ricardo de la Vega iba a ser compuesto por Ruperto Chapí, aunque finalmente no se hizo cargo de su composición. La obra fue de mano en mano hasta que Tomás Bretón puso música al libreto en 19 días, cuando ya se ensayaba el libro. La idea de que el músico salmantino compusiera una obra de estas características, no fue bien recibida al principio, ya que Tomás Bretón nunca había puesto música a un sainete. Pero La verbena de la Paloma resultó todo un éxito y un gran acontecimiento el día de su estreno y, sin duda, ha sido la obra más famosa de este compositor de Salamanca, por la que siempre ha sido recordado. Es la obra cumbre de nuestro Género Chico y una de las más célebres del repertorio musical español. Al estreno acudieron personajes tan célebres como José de Echegaray, Clarín, entre otros.
Zarzuela muy conocida a nivel internacional, que ha sido representada en numerosos teatros en España y en el extranjero desde su estreno. Posee fragmentos muy famosos y pegadizos, que se han conservado hasta nuestros días, como por ejemplo las coplas de Don Hilarión Una morena y una rubia; el dúo de la habanera ¿Dónde vas con mantón de Manila?; el cante flamenco en la soleá En Chiclana me crié o las seguidillas Por ser la Virgen de la Paloma.

La verbena de la Paloma ha sido llevada al cine en tres ocasiones hasta el momento. La primera fue en 1921, en cine mudo, dirigida por José Buchs. La segunda versión fue en blanco y negro, en el año 1934, dirigida por Benito Perojo y protagonizada por Raquel Rodrigo y Miguel Ligero. La tercera versión cinematográfica fue en 1963, dirigida por José Luis Sáenz de Heredia y protagonizada por Concha Velasco, Vicente Parra, Miguel Ligero, entre otros.
También, esta zarzuela ha sido grabada en diversos discos de colección durante los siglos XX y XXI, así como bailada en el chotis madrileño. Ha tenido arreglos para organillo e incluso para bandas de música. Ha sido grabada en televisión por cadenas nacionales e internacionales en representaciones teatrales y recopilada en DVD a partir del programa Antología de la Zarzuela que emitía Televisión Española. Esta considerada como la obra cumbre del Género Chico y es modelo de composición en muchos conservatorios europeos.
(de wikipedia)

La versión escogida es una de las mejores, si nó la mejor:

La de la Gran Orquesta Sinfónica dirigida por Ataulfo Argenta en 1955. 

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22 de mayo de 2006

La tabernera del puerto, zarzuela de Pablo Sorozábal




La tabernera del puerto es una de las zarzuelas más populares de Pablo Sorozábal, junto con Katiuska y La del manojo de rosas. Con libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, se estrenó en el Teatro Tívoli de Barcelona en el año 1936, poco antes de estallar la Guerra Civil Española.

Argumento:

El marinero Verdier llega al puerto de su ciudad natal, del que ha estado seis años ausente. Allí se entera de que hay una taberna nueva a la que acuden los marineros atraídos por la belleza de Marola que regenta la taberna ayudada de su compañero Juan de Eguía. Todos los marineros están enamorados de Marola y todas las mujeres están celosas de ella. Verdier se reúne con sus antiguos compañeros Simpson y Juan de Eguía y rememoran sus días de juventud.Juan de Eguía quiere hacer contrabando con una partida de cocaína y comunica a Marola que, como Leandro esta enamorada de ella, ha de convencerle para que le acompañe para llevar a cabo esta operación. Leandro y Marola, son sorprendidos por una tormenta, Juan de Eguía, entonces, explica que Marola era su hija y pide perdón a los sorprendidos marineros. Simpson aparece, anunciando que Marola y Leandro están vivos, pero han sido sorprendidos por los carabineros con la cocaína en su poder. Cuando Leandro y Marola aparecen arrestados, Juan de Eguía los abraza, confesando su crimen y pidiendo a los soldados que le arresten solamente a él.

Pablo Sorozábal:

En el seno de una modesta familia de aldeanos vascos nace Pablo Sorozábal, en la ciudad de San Sebastián el 18 de Septiembre del año 1897.
Estudió en San Sebastián violín y piano con Alfredo Larrocha y Germán Cendoya. En Madrid estudió con Arbós y fue violinista de la Orquesta Filarmónica. Siguió sus estudios en Leipzig, debutando como director de orquesta en Berlín en el año 1923.En 1931 estrena en Barcelona la zarzuela Katiuska, cuyo éxito determinó que siguiera escribiendo en este género, destacando, entre otros, títulos como: La del manojo de Rosas (1934), La tabernera del puerto (1936), Black el payaso (1942), Don Manolito (1943) y Las de Caín (1958).En 1936 fue nombrado director de la Banda Municipal de Madrid, puesto del que dimitió en 1938. En 1945 fue nombrado director de la Orquesta Filarmónica de Madrid, en la que permaneció hasta 1952. Aunque compuso música sinfónica, es conocido especialmente por sus zarzuelas.
Muere Sorozábal en Madrid el 25 de Diciembre de 1988.

La versión (casi completa) que propongo es la siguiente:

Marola: Leda Barclay
Leandro: Alfredo Kraus
Abel: Enriqueta Serrano
Juan de Eguía: Renato Cesari
Simpson: Jorge Algorta

Coros líricos de Hispavox Orquesta de Conciertos de Madrid
Director Pablo Sorozábal