21 de mayo de 2007

Edward Elgar




Sin abandonar del todo el siglo XX, vamos a recordar (se cumplen 150 años desde su nacimiento) al inglés Edward Elgar, compositor que, aunque nacido en el siglo XIX, escribió gran parte de sus obras a comienzos del siglo XX.

Primer compositor británico moderno cuyas obras corales y orquestales adquirieron fama internacional y una de las principales figuras de la última etapa del movimiento romántico en Europa. Elgar nació el 2 de junio de 1857 cerca de Worcester. En su juventud desempeñó varios cargos relacionados con la música antes de suceder a su padre como organista de la St. Georges Roman Catholic Church, Worcester, en 1885. En 1889 se casó y renunció a su cargo para dedicarse por entero a la composición. Vivió temporadas en Londres y en una localidad cercana a Worcester. El estreno de su obertura Froissart en 1890, le otorgó popularidad, aunque no se reconoció su gran talento hasta 1899, año en que el director húngaro Hans Richter interpretó en Londres Variations on an Original Theme. Esta composición, conocida como Variaciones enigma, ya que el tema central nunca se expone con claridad, es una de sus obras más conocidas y admiradas.
El sueño de Geroncio (1900), basada en un poema de John Henry Newman, se considera la obra maestra de Elgar y lo consagró como compositor. Sus composiciones son un ejemplo del último periodo romántico y muestran la influencia de Richard Wagner y Johannes Brahms. Se caracterizan por su belleza lírica y su forma peculiar. Compuso las cantatas The Black Knight (1893) y Caractacus (1898), los oratorios The Apostles (1903) y The Kingdom (1906), un concierto para violín en si menor, opus 61 (1910), un concierto para violonchelo en mi menor opus 85 (1919, que se ha convertido durante los últimos años en su obra más famosa) y 5 marchas populares tituladas Pompa y circunstancia (1901-1907, 1930). Entre su producción orquestal destaca la obertura Cockaigne (1902), el estudio sinfónico Falstaff (1913) y dos sinfonías, en la bemol mayor (1908, con la que su prestigio se hizo internacional) y en mi bemol mayor (1911). Murió un 23 de febrero de 1934, en Worcester, cuando trabajaba en su sinfonía nº 3 y en la ópera The Spanish Lady.
(El poder de la palabra)

He escogido las siguientes obras orquestales:

- La sinfonía nº 1 op 55 de 1908

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                    - Variaciones "Enigma" op 36 de 1899


9 de mayo de 2007

Silvestre Revueltas



De Manuel de Falla, pasamos a Silvestre Revueltas, en pleno siglo XX.

Silvestre Revueltas nació el 31 de diciembre de 1899 en Santiago Papasquiaro, un pueblo en el estado de Durango, México. Inició su estudio del violín a los ocho años de edad. Después de una estancia de un año en el Saint Edwards College en Austin, Texas, continuó sus estudios de música en el Chicago Musical College (1918-22) bajo la guía de Leon Sametini, Otakar Sevcík (violín) y Felix Borowski (composición).
Durante los años veinte dirigió varias orquestas de teatro en el sur de los Estados Unidos, viajando con frecuencia a México, donde realizó giras y participó como violinista en varios conciertos de música moderna. A invitación de Carlos Chávez, Revueltas asumió la subdirección de la Orquesta Sinfónica de México, cargo que desempeñó entre 1929 y 1935. Al mismo tiempo impartió clases de violín y composición en el Conservatorio Nacional de Música y dirigió la Orquesta del Conservatorio. Al año siguiente se hizo cargo de la recién formada Orquesta Sinfónica Nacional -de breve existencia-. En esta época asumió la presidencia de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR), que contaba entre sus miembros con algunos de los pintores y escritores más prominentes de la época. En 1937 se trasladó a España en viaje de solidaridad con la causa republicana, dirigiendo varias de sus obras orquestales durante su estancia.
La mayor parte de la obra de Revueltas fue escrita durante los últimos diez años de su corta vida. No obstante, compuso un número considerable de partituras. Entre éstas destacan quince obras orquestales, la más importante de las cuales es, sin duda, Sensemayá, construida sobre los versos homónimos del poeta cubano Nicolás Guillén. Casi cuarenta partituras de cámara, desde dúos hasta numerosas composiciones que emplean osadas combinaciones instrumentales, albergan la música más propositiva y personal de su producción. Entre las partituras más conocidas están sus cuatro cuartetos, el Homenaje a Federico García Lorca, 8 x radio y las Cinco canciones para niños y dos canciones profanas. De importancia equiparable son las obras escritas para géneros como el cine (Redes es la más conocida), el ballet-pantomima (El renacuajo paseador, La coronela, Troka), la música partisana (Un canto de guerra para los frentes populares) y partituras de género mixto, como los Tres sonetos, en donde combina libremente la poesía con la música. Nutriéndose de su entorno cultural ecléctico y empleando técnicas composicionales imaginativas, Revueltas consiguió sintetizar una voz musical de fuerte identidad, avanzada para la época.
En 1940, poco antes de cumplir los 40 años de edad, sucumbió a una neumonía complicada por su alcoholismo. Sus restos descansan hoy en la Rotonda de los Hombres Ilustres en la ciudad de México.
Después de su muerte, el genio de Silvestre Revueltas fue rememorado en esporádicos conciertos, dirigidos por personalidades célebres como Stokowski, Kleiber, Ansermet, Bernstein, Mata y Salonen. Pero apenas hoy —más de un siglo después del nacimiento del compositor— comienza a valorarse de manera plena la trascendencia de su aportación artística a la cultura musical de las Américas.

Su lenguaje musical es tonal pero en ocasiones disonante, con vitalidad rítmica, y con frecuencia con un sabor distintivamente mexicano.

He escogido para escuchar su música "La noche de los Mayas" de 1939.

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