Como estamos en Semana Santa viene a mi blog una obra religiosa de Heinrich Schütz apropiada para estas fechas: Las 7 palabras de Cristo en la Cruz.
Schütz nació en Köstritz (Turingia). Su talento musical fue descubierto por Mauricio I de Hesse-Kassel en 1599. Después de formar parte de un coro infantil, fue a estudiar leyes a Marburgo, luego se establece en Venecia entre 1609 y 1613, para estudiar música con Giovanni Gabrieli. Posteriormente realiza una breve práctica como organista, se traslada a Dresde en 1615, donde trabaja como compositor de la corte del Príncipe elector de Sajonia. Conservó su puesto en Dresde hasta el fin de su vida (creando la semilla de lo que actualmente es la Capilla del Estado de Dresde), pero dejó la ciudad en varias ocasiones: en 1628 viaja a Venecia, donde posiblemente se entrevista con Claudio Monteverdi -se cree inclusive que estudió con él-, y en 1633, después de la Guerra de los Treinta Años, interrumpe su actuación en la corte de Sajonia y toma un puesto en Copenhague. Retorna a Dresde en 1641 y permanece allí hasta su muerte en 1672, a la edad de 87 años.
Las composiciones de Schütz muestran la influencia de sus dos principales maestros, Gabrieli (notablemente en el resplandeciente estilo policoral de la escuela veneciana y en su estilo concertante), y Monteverdi. Además recibe la influencia de los compositores de la escuela holandesa del siglo XVI. Su obra más conocida se encuentra en el campo de la música sacra, desde obras solistas con acompañamiento instrumental hasta música coral "a capella" . Sus trabajos más representativos incluyen sus tres libros de Sinfonías Sacras , los "Salmos de David", las "Siete palabras de Jesucristo en la Cruz" y sus tres series de Pasiones.
La música de Schütz, que al principio resulta progresista, deriva en un estilo simple y muy austero, culminando con sus últimas Pasiones. Algunas consideraciones prácticas permiten entender las causas de este cambio: la Guerra de los Treinta Años devastó la infraestructura musical de Alemania y no existían los medios para interpretar las obras gigantescas al estilo de la Escuela Veneciana, características de sus primeros trabajos. Schütz fue uno de los últimos compositores que escribió en un estilo modal, con armonías no funcionales a menudo resultantes del juego entre las voces. En contraste, mucha de su música muestra un fuerte empuje tonal cuando encara las cadencias. Su música hace un uso intensivo de la imitación, en la que las entradas se suceden en orden irregular y en intervalos variados. Una característica divertida de Schütz es la creación de intensas disonancias causadas por el movimiento correcto de dos o más voces a través de una armonía implícita. Sobre todo, su música muestra una sensibilidad extrema por los acentos y significados del texto, que a menudo es articulado usando figuras técnicas especiales tomadas de la música poética, que a su vez derivan de las figuras verbales de los retóricos clásicos.
Casi no ha sobrevivido música secular de Schütz, excepto unas pocas canciones domésticas ("arien") y ninguna música puramente instrumental (salvo que se contabilicen como tal los breves movimientos instrumentales titulados "Sinfonía" , que encierran los diálogos en "Las siete palabras" ). A pesar de esto, Schütz tiene la reputación de haber sido uno de los mejores organistas de Alemania.
La influencia de Schütz fue muy importante por traer nuevas ideas musicales desde Italia, influencia que mantuvo sobre los compositores que lo siguieron. El estilo de la escuela de órgano del norte alemán deriva largamente de la obra de Schütz, así como de Jan Pieterszoon Sweelinck. Un siglo después, su legado culminaría en la obra de J.S. Bach. (de wikipedia)
Más de un siglo antes de que Haydn compusiera sus famosas Siete palabras, Heinrich Schütz (1585-1672) escribió esta obra a modo de Historia de la Pasión que se sitúa en las antípodas de las grandes pasiones barrocas propias de la contrareforma católica. Al contrario, la obra de Schütz contribuye a interiorizar las siete palabras pronunciadas por Cristo en la cruz en una meditación serena en la que la música invita a la contemplación. Schütz, que conocía muy bien la música italiana, pues estuvo en Venecia entre 1609 y 1613, muestra aquí sus dotes para la música sacra de raíz alemana y protestante, que tanta influencia tendría sobre la obra de Bach. En otras piezas religiosas, en cambio, se dejó llevar por los gustos imperantes en Venecia, especialmente por el estilo de Giovanni Gabrieli, del que fue discípulo. (de "vagos", Joramala)
1 Magnificat Swv 468
2 Erbarm dich mein, o Herre Gott Swv 447
3 Quemadmodum desiderat Swv 336
4 Anima mea Swv 263 - Adjuro vos Swv 264
5 Ach Herr, du Shöpfer aller Ding Swv 450
6 Die sieben worte Jesu Christi am Kreuz Swv 478
7 Meine Seele erhebt den Herren Swv 344
8 Die mit Tränen säen Swv 42
La grabación escogida es de un CD Harmonia Mundi
ENSEMBLE CLÉMENT JANEQUIN
LES SAQUEBOUTIERS DE TOULOUSE
Agnès Mellon, soprano
Dominique Visse, contratenor
Bruno Boterf, tenor
Philippe Cantor, barítono
Antoine Sicot, bajo
Konrad Junghänel, laúd
3 comentarios:
La verdad es que es un gusto pasarse por este blog. Yo lo tengo puesto como uno de mis "must". Mil gracias por todo el tiempo y esfuerzo que empeña en compartir sus conocimientos y su música con nosotros.
Adoro a Heinrich Schütz, sobre todo las versiones del coro de niños de Tölz de los pequeños conciertos espirituales y la Geistliche Chormusik. De ello hablo en el blog dedicado a este genial coro de niños: toelzerknabenchor.blogspot.com. Adoro también las Exequias Musicales.
¡Oh, qué bien, un blog sobre música clásica! Yo adoro a Schütz y os recomiendo la Geistliche Chormusik y los Kleine Geistliche Konzerte con el coro de niños de Tölz; sobre ello hablo en el blog que he dedicado a ese coro y al que os invito: http://toelzerknabenchor.blogspot.com. ¡Muchas gracias!
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